12 asaltos sobre el cuadrilátero, llenos de energía, determinación y pasión por el deporte
bastaron para que Román “Chocolatito” Gónzalez, contra Juan Francisco “Gallo” Estrada,
brindaran a sus espectadores una de las mejores peleas del siglo.
Sin duda que no tenía los carteles de las anteriores grandes peleas de los últimos años,
como por ejemplo la de Floyd Mayweather Jr. contra el filipino Manny Pacquiao durante el 2015, y
que en dicha ocasión dejó con gusto a poco a los espectadores por la falta de acción sobre el ring.
O la del mismo Mayweather contra el irlandés de artes marciales mixtas Connor Macgregor, el
2017 y que fue catalogada como “El combate del dinero”, lo que valió distinguidas críticas, no
solamente por el ostentoso nombre y espectáculo, sino que también por la “venta de humo” que
esto generó.
Tal vez toda la importancia de esta gran lucha pugilística que nos regaló el 2021, radicó en
que los contendientes eran latinoamericanos, y siempre dejan la vara alta en cuanto al espectáculo
que le entregan al público sobre las cuatro esquinas.
Como “espectacular” y “vibrante” fue catalogado el evento por algunos medios
especializados del deporte, y que reunió por segunda vez al mexicano Estrada de 41 victorias, 28
por KO y 3 derrotas, contra el nicaragüense González con una trayectoria de 50 victorias, 41 por
KO y 2 derrotas. Cifras de ambos boxeadores que llamaron la atención para hacer del ring un
verdadero campo de batalla, y sobre todo considerando la cantidad de nocauts que han logrado.
En esta ocasión se batieron a duelo para pelear por los títulos unificados del Consejo Mundial de
Boxeo que ostentaba el “Gallo”, y el de la Asociación Mundial de Boxeo que lo mantenía
“Chocolatito”, en la categoría del peso súpermosca, disputada en el American Airlines Center de
Dallas, Texas.
Esta era la segunda vez que se encontraban en el cuadrilátero, y era la revancha ideal
para el Gallo, que había perdido el 2012 contra el nicaragüense González, justamente por la
obtención del cinturón de la WBA. Con las gradas sin llenar, sonó la campana y empezaba el
espectáculo pugilístico. Muy buena defensa por parte de ambos, y el Gallo mostró durante los doce
asaltos un buen jab y contragolpe, mientras que Chocolatito, más en su estilo, prefirió los golpes al
cuerpo y el enfrentamiento en corto. Lo interesante de esta pelea, fue que conectaron en
muchísimas ocasiones, siendo que ambos mostraron sólida defensa con los guantes cubriendo
bien los puntos vitales de su rostro, mentón y cabeza.
Ya en el sexto round, los comentaristas de la cadena televisiva hablaban sobre un evento
emocionante que estaban entregando ambos boxeadores. Se conectaban muy buenos ganchos y
golpes directos, y en más de una ocasión Estrada mostró un muy buen uppercut que en ningún
caso derribó a Chocolatito, mientras que este último desplegó buenas combinaciones y apostó por
el golpe corto en lo que iba de lucha. Así, llegaron enteros y en pie al último round, increíblemente,
con algo de cansancio y sudor como es natural, pero con poca sangre, considerando todos los
golpes conectados. Ambos mostraron agallas de cómo se debe pelear sobre el cuadrilátero, y
finalmente terminaron con el abrazo característico cuando sonó la campana en el último asalto.
¡2.529 golpes! Una brutalidad, y que incluso marcó un récord en esa categoría. 2.529
golpes conectados en total, y ambos se sentían victoriosos. La decisión de los jueces no dejó
contento a todos, y las tarjetas marcaron 115-113 para González, y 117-111, 115-113 para
Estrada. Victoria mexicana, que fue discutida por el marcador final, pero que sin duda alguna dejó
para la posteridad una de las mejores peleas que el boxeo nos ha regalado a los aficionados.
Las fotos son de getty images.
Comments