Cuidado del medio ambiente: ¿vehículos a gas o eléctricos?

La apuesta por la movilidad sostenible está marcando el futuro del mercado automovilístico. El objetivo principal hoy en día es luchar contra el cambio climático, retirando de circulación los coches con motor a combustión contaminantes y sustituyendo las viejas energías por unas más nuevas y limpias. Razón principal por la que se han posicionado tanto los vehículos a gas como los que funcionan con energía eléctrica.

Si comparamos a ambos de acuerdo a su precio, los coches a gas son mucho más baratos ya que, en esencia, tienen un motor diésel adaptado para funcionar con este combustible, a diferencia de los coches eléctricos que tienen un alto costo de compra y que supera en unos 5.000 dólares el precio de un coche convencional.

Si hacemos la misma comparación pero de acuerdo al costo por recorrido o mantenimiento, el combustible de un coche de gas para el mismo recorrido puede costar casi el doble que el de uno eléctrico, pero la vida útil de una batería estándar será menor que la de las piezas mecánicas de un coche a gas.

Sin embargo, la autonomía que tienen éstos últimos es aproximadamente igual que a la de un vehículo de combustible fósil, mientras que los coches eléctricos por lo general que no superan los 200 kilómetros de distancia, reduciendo así las opciones de realizar viajes largos sin tener que cargar su batería nuevamente.

Pero, si ponemos a la balanza no el bolsillo, sino los beneficios a largo plazo, es importante mencionar que el coche eléctrico tiene un consumo nulo de combustible lo que es beneficioso para el medio ambiente, y que a la larga te permitirían ahorrar hasta un 75 por ciento en consumo, lo que en contraste con su precio, habla por sí solo.

La elección dependerá entonces de cuál sea la intención del comprador: si lo que buscas es un cero emisiones y utilizarlo en la ciudad, el eléctrico es tu opción. Pero si lo que necesitas realizar recorridos largos con tu vehículo, los coches a gas es la que debes elegir.

Quizás, tan solo usar el transporte público o comprar una bicicleta.

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